Tag Archives: antiguo

Amor al Libro

19 May

Creo que si últimamente se ha incentivado tanto el fomento al libro se debería incentivar de pasadita también el cuidado al libro. Claro, suena un poco ilógico imaginar que si hay personas que ni siquiera leen menos van a cuidar un objeto que ni les interesa, pero en verdad, como amantes de los libros que somos, y digo libro desde una revista hasta una enciclopedia guatona y enorme, es penoso prestar un libro y ver que para leerlo echan hacia atrás las hojas de la página que no están leyendo sin importar que el pobre lomo quede echo pebre, que la tapa se destroce o que las hojas se despeguen (si es que el libro no está cosido). Y ya más terrible aún, marcar sin ningún pudor la página donde se hizo una pausa para leer con un asterisco de lápiz pasta, un subrayado o un doblez en la hoja.

Si consideras que le estoy poniendo color puedo decir que yo también lo he pensado y puedo decir en mi defensa que no se trata de ser un erudito de la lectura ni un obsesivo maniático, sino de entender que un libro es un objeto como cualquier otro, eso implica que es importante para quien lo adquirió y que nadie tiene derecho a dañarlo. Nadie que preste un celular para que otro haga una llamada va a querer que le devuelvan la cuestión con la pantalla rayada o con la carcasa fea. La verdad es que no entiendo por qué con los libros no se tiene el mismo cuidado. Así que decidí comenzar una super campaña que consiste en enseñar a cuidar y valorar el libro como objeto y que comienza hoy: el primer paso es sacar a relucir este tema… Ayer, mientras hacía estos dibujos recibí una visita y le expliqué a mi amigo para que eran;  me puse muy feliz cuando me hizo notar que a él también le arde una parte del cuerpo cuando nota que doblan la hoja hacia atrás.

 

Produciendo: telas del año del…

9 Abr

Recuerdo que cuando era niña en mi casa siempre hubo una bolsa de los géneros (como también en muchas casas está la siempre útil «bolsa de las bolsas»). Allí mi mamá guardaba pedazos de telas bonitos que recortaba de ropa que cortaba, pedazos que se salvaban de ser trapero y por sobre todo, sobras que le daba mi tía que se dedicaba a la costura. De allí salieron pedazos para llevar al colegio para técnico manual (sí, técnico manual…), salieron parches para la ropa, un cubrecamas de patchwork y varias otras cosas. ¡Lo bakán es que ahora esa bolsa es mía! Mi santa madre me la regaló porque le comenté las ganas de hacer unas encuadernaciones con tapas de género.

Hay unos retazos tan bonitos… con puntitos blancos en fondo rojo, en fondo azul, en fondo amarillo, cuadrillé rosado, verde y hay hasta un pedazo de tela de un vestido que me hicieron cuando salí elegida para una cuestión en primero básico…

Bueno… pronto se convertirán en tapas de unas libretitas que tenemos en mente, así que… ¡ojo con la nueva producción!

Polimostriando

29 Ago

Equipo Polimostro

Al comenzar la segunda década de este siglo XXI se hace cada vez más notorio que el mundo electrónico, ese mundo virtual tan tentador y absorbente, ha logrado poner en el baúl del olvido muchas cosas que llenaron de vida y de magia nuestra infancia, la de nuestros hermanos y hermanas, la de nuestros padres y madres. De a poco fuimos viendo como todos esos ingenios, con los que tanto, disfrutamos fueron adquiriendo la categoría de «Obsoletos», como fueron «Descontinuados» y retirados de los mercados masivos. Cuantos de nosotros habremos caminado de tienda en tienda, día tras día, para escuchar lo mismo «No, hace mucho que  ya no lo fabrican. Talvez podría encontrarlo de segunda mano…». Junto con esos artilugios también se están perdiendo ciertos rituales, ciertas técnicas que de alguna manera se relacionan con estas «Cosas Obsoletas».

Cuando la nostalgia por ese mundo en extinción se mezcló con la porfía de negarse a dejarlo morir, nació Polimostro.